Al depender de una persona en cualquier relación, se atraviesan por diferentes estados de los que no somos conscientes, esta persona nos manipula y juega con nosotros para saciar su sed de consumir al otro y aumentar su ego.
La vigilancia constante, los celos, la manipulación, las mentiras, los gritos, la invalidación de nuestros sentimientos se vuelve algo normal dentro de este tipo de relaciones.